sábado, 27 de agosto de 2011

THE MEMORY OF THINGS

THE MEMORY OF THINGS

A day like any other. I walked through the city in a normal day, without noticing a single change in my surroundings. Around me, a world of surfaces. A wall is a wall, the ground is the ground, a piece of wood is a piece of wood and a stain, dirt. They were unchangeable words and ideas. Even the earth and the sky seemed flat, with no epic surprises, too well known for too long. My eyes passed over them, slipping, my steps and mind over them, my imagination over them. At that point I felt that all existence’s intrigues were somewhere else. Art, very far away.

And without realizing it, every time the cat jumps to his window he leaves the traces of his paws on the wall; the shoes of countless anonymous pedestrians imprint a perfect lined figure; bottle cap constellations on the next corner’s pavement; dream-like figures come out of motor oil stains; over there, shattered mirrors on an old wall; someone dripped a red liquid on construction wood, thus drawing all the mind’s forms; the posters and propaganda spot is corroded, it opens inwards, revealing the layers of endless use; the wear of materials trace the asphalt making it look like the bark of a tree or they appear like inaccurate holes spreading like moles on the skin; traces like riddles; light is poured, transforming cement into a magic place; even the night sky seems to be stepped by distracted soles.

¨Making the invisible visible.¨ There are ephemeral situations everywhere, mistakes soon to be erased, and once I’ve retraced my steps I’ll be able to see them. Something changed in me this morning, maybe the looking lens of a camera. To conceive photography as images where there is always something being represented is to remain on the surface. But if one looks beyond, the gaze will encounter situations which have always been there, hidden behind the visual contact we almost never make. When transferring the exterior relation with the world there are transitional spaces which by themselves are of no value. This seems to be especially important in ¨The memory of things¨, because it focuses on the totality. I see how the images drift from any premeditated intention. The attentive looking eye is the sole witness of time playing with the materials, causing deterioration. And in these subtle metamorphoses there is a certain degree of unnamable truth. A water stain provides answers to complicated questions. But what is most important is that it arises a questioning on our relationship with ideas through vision.

I open my eyes for a moment, just enough to reach dark mysteries and holding my breath, I look backwards. My footsteps have left their trace, my footprints on the ground.

Rocío Casas Bulnes

August / 2011

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LA MEMORIA DE LAS COSAS


Un día como cualquier otro. Caminé en la ciudad dentro de mi jornada normal, sin advertir ningún cambio en el entorno que cubría mis pasos. Alrededor, un mundo de superficies. Una pared es una pared, un suelo es suelo, una tabla es una tabla y una mancha, suciedad. Se trataba de palabras e ideas invariables. Incluso la tierra y el cielo parecían planos sin sorpresas épicas, demasiado conocidos desde hace tanto tiempo. Por encima pasaron mis ojos, resbalándose, por encima mis pasos y mi mente, la imaginación por encima. En esos instantes sentí que todas las intrigas de la existencia estaban en otro lado. El arte, muy lejos.

Y sin notarlo, cada vez que el gato salta hacia su ventana ha ido dejando marcadas las patas en la pared; los zapatos de incontables anónimos al recargarse imprimen una figura de líneas perfectas; las corcholatas en el pavimento de la esquina son constelaciones; figuras oníricas de arcoíris brotan del aceite para motor; allá, espejos trizados en una pared vieja; alguien chorreó un líquido rojo en tablas de construcción, dibujando así todas las formas de la mente; el sitio donde se pegan afiches y propaganda está corroído, y se abre hacia dentro dejando ver sus capas de uso inagotable; los desgastes del material van surcando el asfalto haciéndolo parecer la corteza de un árbol, o se manifiestan en agujeros imprecisos extendiéndose como lunares en la piel; marcas como acertijos; la luz va derramándose, transformando el cemento en un lugar donde habita la magia; incluso el cielo nocturno parece ser pisado por unas suelas distraídas.

“Hacer visible lo invisible”. Hay por todas partes situaciones efímeras, son errores que pronto serán borrados y una vez recorrido el mismo trayecto puedo verlos. Algo en mí cambió esta mañana, quizás el lente observador de una cámara. Concebir la fotografía como imágenes donde siempre hay algo representado es permanecer en la superficie. Pero si se ve más allá la mirada llega a situaciones que siempre han estado ahí, ocultas tras el contacto visual que casi nunca hacemos. Al traspasar la relación exterior con el mundo aparecen espacios transitorios que, por sí mismos, no tienen ningún valor. Esto parece ser de especial importancia en “La memoria de las cosas”, pues apunta a la totalidad. Veo cómo las imágenes se alejan de cualquier intención premeditada. El ojo que observa alerta es el único testigo del tiempo que juega con los materiales, produciendo deterioro. Y en esas metamorfosis sutiles existe cierto grado de verdad innombrable. Una mancha de humedad tiene respuestas profundas a cuestionamientos difíciles. Pero lo más importante es que nos plantea preguntas sobre nosotros mismos, sobre nuestra relación con las ideas a través del sentido de la vista.

Abro los ojos por un momento, lo suficiente como para alcanzar oscuros misterios y, conteniendo la respiración, miro hacia atrás. Mis pasos han dejado su rastro, mis huellas en la tierra.

Rocío Casas Bulnes

August / 2011

sábado, 2 de julio de 2011

yo no

yo no (not me*)

An installation inside another one, this "space dedicated to the spread of visual arts unfettered by commerce and/or institutions." Independent, alternative, underground, all flowery words to say outside of the dominant system. There is another installation where this place is balanced, swaying in colorless loose strings. These are our cultural platforms. Me, says the gallery, thus having a voice. It automatically distinguishes itself from her strong sisters, which have left contemporary art behind in order to build profitable businesses, surviving by becoming plastic flowers.

Imagining the first installation’s dialog, when she speaks to the second and vice versa, until both stop to look at each other’s faces from outside. Coming to think of it, the disappointment of the ages, the many artists working in a violent and inhospitable stage. Living that mourning, remembering those who did so on their own initiative: spreading contemporary art as the ultimate goal, until it becomes profit and reward. These are gestures which are full of beauty but that are not saved, they dehydrate and decompose.

From the space surrounding to the space covering, incessant. In the days lived up to this work, with falling petals, color transformations and aromatic invasions, a diffuse profile begins to be drawn. Similar to that of the gallery, which has a huge number of exhibitions at her young age, he carries a production so big that it becomes a burden. This character is in the midst of death, in the midst of the lost stages of his work, looking at great art. In a desperate move he refuses to fall. He says no. Not me. But in spite of wanting to he cannot hold his gaze on a horizon of fertile lands. That end which is here, with one foot in the gallery and the other outside of it. Only a matter of time before one reaches the other, says the piece. It dies to re-emerge in others. While this is happening flowers arise from the dying one. They are sprouting among the corpses. These are the works which have been exhibited. Thus, one cannot know yono’s achievements in this life, but one can look at the scope of its death. Wreaths are a long tradition, its trail lost in time. Through them, we honor the dead.

*“Not me” is the english translation for the gallery’s name “yono”

RIP

an installation by Prem Sarjo

Rocío Casas Bulnes

July / 2011


yo no

Una instalación dentro de otra, éste “espacio dedicado a la difusión de las artes visuales sin ataduras comerciales y/o institucionales”. Independiente, alternativo, underground, palabras floridas para decir fuera del sistema dominante. Hay otra instalación donde éste lugar se equilibra, tambaleándose, en incoloras cuerdas flojas. Son nuestras plataformas culturales. Yo, dice la galería, y tiene voz. Automáticamente se distingue de las hermanas fuertes, las que han dejado el arte contemporáneo por detrás para construir negocios rentables, las que sobreviven convirtiéndose en flores plásticas.

Imaginando el diálogo de la primera instalación, cuando ella le habla a la segunda y viceversa, hasta que ambas se detienen para mirarse la cara desde afuera. Entrando a pensar en ello, en la desilusión de tantos tiempos, de tantos artistas que trabajan en un escenario violento e inhóspito. Viviendo el duelo, recordando a quienes lo hicieron por su propia iniciativa: difundir el arte contemporáneo como meta última, hasta que esa sea la ganancia y recompensa. Son gestos llenos de belleza que no se salvan, se deshidratan y descomponen.

Del espacio que envuelve al que es cubierto, incesante. En los días de vida para esta obra, con caídas de pétalos, trastornos de color e invasiones aromáticas, va dibujándose un perfil primero difuso. Es similar al de la galería. Ésta lleva un listado de exposiciones inmenso para su corta edad, él lleva a cuestas una producción tan grande que le pesa. Este personaje va por en medio de la muerte, de los escenarios perdidos en su trabajo, viendo el gran arte. En un movimiento desesperado resiste a dejarse caer. Dice no. Yo no. Pero aunque quiere no puede sostener la mirada en un horizonte de tierras fértiles.

Ese fin que está aquí, con un pie en la galería y otro afuera. Sólo cosa de tiempo para que una pierna alcance a su pareja, dice la obra. Muere una para volver a surgir en otras. Mientras esto sucede a la moribunda le salen flores. Están brotando entre los cadáveres. Son los trabajos que aquí han sido exhibidos. Así, no pueden conocerse los logros de yono en esta vida, pero sí se ven ya los alcances de su muerte. Las coronas fúnebres forman una tradición que viene desde mucho atrás, perdiéndose su rastro en el tiempo. A través de ellas se honra a un muerto.

RIP

una instalación de Prem Sarjo

Rocío Casas Bulnes

Julio / 2011

lunes, 2 de mayo de 2011

LA CIUDAD INFINITA


Prem Sarjo

The endless city

By Rocío Casas Bulnes

Using the camera as an mediator between the material world and another one which is more weightless, subtle and clear, suddenly revealed by the privileged imagination.

There is a gray circle occupying most of the viewing space. The rest is blurry, but you can guess this is a city which remains unidentified. Out of focus, the eye beholds the shape of a gunshot on something which seems to be a tall window. The nude image turns into a witty reality: a place where aesthetic ideas flow from the casual, from simplicity, from the natural quality imprinted on things. It happens without being premeditated, as if damp patches printed on a wall, objects being dropped on the floor or a material bursting into another.

Six years ago Prem Sarjo (Chile, 1965 -) began working with photography, in a series called "Walking Around. " Walking through the streets without any predetermined expectations, the camera being used to capture visual situations which casually occupy every day space, for only brief moments. These images share a working method: they were not tapped into or out of the scene and were photographed using natural light. The findings were responsible for the way of the work. The artist's creativity was not involved entirely, but rather his ability to observe. Over time, what was once a specific project became a research method.

Spontaneously, different series have emerged. The experience of an artist who had been painting for over twenty years, venturing into performance and installation, is translated through the camera, making special considerations exposed in transient situations. These arise every day, by looking at a covered car and thinking of Christo, conceiving stacked boxes in a children’s game as pieces of architectural projections, finding a minimalist space on the pavement, abstractions on the walls or situations where the framed lines suddenly appear to reveal a perfect classical perspective.

The city center of Santiago is the stage where the work takes place. As in most cities, this place is moved by an irrepressible action. People, occupying the space at a frenetic pace, never appeared in the first pictures of "Walking Around" but have always imposed their presence in the surrounding inanimate life. That is why this proposed research could work in any city in the world, and in each case it would give voice to the most intimate features of those who occupy these places.

Throughout the evolution of his work, Sarjo has shown an almost obsessive preoccupation with formal rigor, contrasted by a tendency to deny what is socially correct, laying down situations that usually are not mentioned because they are somehow uncomfortable. Following a circular line of thought we arrive back at the starting point. Back in front of a gunshot on the window. Its appearance is suggestive. It has a formal existence which determines and sustains it. However, as a man or a country, that image has its own history. 1973 is its year of birth. Metal bursts at full speed on a glass when two political positions collide in Chile. But here, this point of discord reaches a much broader perspective. Along with the active gaze of the viewer, an innocent figure is open to all understanding, looking down from above.


PUBLISHED BY ARTE AL LIMITE

MARZO ABRIL 2011


Prem Sarjo

La ciudad infinita

Por Rocío Casas Bulnes

Ocupar la cámara como intermediario entre el mundo material y uno mucho más ingrávido, sutil, transparente, develado de pronto por la imaginación privilegiada.

Hay un círculo de grises ocupando gran parte del espacio visual. El resto es borroso, pero puede notarse que se trata de una ciudad por el momento desconocida. Fuera de foco, el ojo queda ante la forma del balazo en algo que pareciera ser una ventana a lo alto. La imagen desnuda, sin información complementaria de ningún tipo, alcanza a convertirse en una realidad ocurrente: un lugar donde las reflexiones estéticas brotan de lo casual, de la simplicidad, de cierta naturalidad impresa en las cosas. Sucede sin ser premeditado, como al imprimirse manchas de humedad en una pared, al dejar caer un objeto en el piso o al irrumpir un material dentro de otro.

Hace seis años Prem Sarjo (Chile, 1965-) comenzó a trabajar desde la fotografía en una serie que llamó “Walking Around”. Caminando sin ninguna expectativa fija, la cámara era utilizada para captar situaciones visuales que cada día ocupan despreocupadamente las calles por meros instantes. Dichas imágenes compartían un método de trabajo: no eran intervenidas dentro o fuera de la escena y se retrataban con luz natural. Esos hallazgos se hicieron responsables de dar paso a la obra. Allí lo decisivo no era enteramente la creatividad del artista, sino sobre todo su capacidad de ver. Los descubrimientos comenzaron siendo espontáneos, iluminadores y aun difíciles de precisar. Estas fotos parecían avanzar a tientas por un entorno inabarcable. Con el tiempo, lo que antes fue un proyecto específico se transformó en una forma de investigar que sitúa al artista en el lugar de un peatón más y a la cámara en la representante de un registro atento.

Paulatinamente en este trabajo han ido surgiendo distintas series. Muchas enfrentan al espectador desde la empatía más básica hacia una imagen nueva, hasta la capacidad de ligar un hecho concreto con otros momentos clave dentro de la historia del arte. La experiencia de un artista que durante más de veinte años hizo pintura, y que incursiona en el performance y la instalación con bastante éxito, se traduce a través de la cámara de manera que reflexiones particulares quedan expuestas en situaciones muchas veces efímeras. Surgen cada día al mirar un auto tapado y pensar en Christo, concebir las cajas apiladas como piezas arquitectónicas en un juego para niños, encontrar ideas minimalistas en el pavimento, abstracciones en las paredes o instantes donde las líneas que de pronto aparecen al ser enmarcadas revelan una perfecta perspectiva clásica. No deja de ser irónico el que un deshecho, una imperfección o un manejo del espacio puramente instintivo a cargo de manos anónimas, sea capaz de plantar en escena la llamada alta cultura. Este es un ejercicio donde los secretos del arte son reevaluados por situaciones cotidianas en cada momento.

El centro de Santiago es el escenario donde la obra ocurre. Como sucede en casi todas las ciudades, a éste lugar lo anima una acción irreprimible. La gente, avanzando en un ritmo frenético, jamás aparecía en las primeras fotos de “Walking Around” pero siempre ha impuesto su presencia en la vida inanimada que la rodea. Sin haber pasado por consensos, es evidente que se toman las mismas decisiones para llenar espacios de índoles diversas. Así los discursos visuales van tomando la forma de convenciones. Un motel santiaguino, con sus anchas medias cortinas plásticas, repetirá casi siempre la misma solución para señalar su entrada. El mismo caso sucede con los violentos rayones en paredes que suelen compartir una misma estética, pues en todas las decisiones con las que funciona una ciudad aparece incesante la autonomía de su grupo social. Por eso mismo Sarjo podría realizar la investigación que propone “Walking Around” en cualquier ciudad del mundo, y en cada caso se daría voz a los rasgos más íntimos de la gente que ocupa esos lugares.

En toda la evolución de su obra este artista ha demostrado una preocupación casi obsesiva por el rigor formal en contraste con su gusto a desmentir lo socialmente correcto, poniendo sobre la mesa situaciones de las que no suele hablarse ya que por algún motivo resultan incómodas. Siguiendo una línea circular, el pensamiento vuelve aquí al punto de partida ya enriquecido con las consideraciones que el tiempo y la reflexión aportan. Se está de nuevo ante un balazo en la ventana. Su fisonomía es sugerente; posee una existencia formal que lo determina y sostiene. Sin embargo, al igual que un hombre, una sociedad o un país, esa figura contiene su propia historia. 1973 es su año de nacimiento. El metal irrumpe a toda velocidad en un vidrio al instante de chocar con violencia dos posturas políticas en Chile. Pero aquí ese punto de desunión alcanza una perspectiva mucho más amplia. Junto con la mirada activa del espectador una figura inocente se abre a todas las comprensiones para observarlas desde lo alto.

PUBLICADO EN ARTE AL LIMITE

MARZO ABRIL 2011

jueves, 24 de febrero de 2011

ITRO FIL MOGEN (BLOOD TATOO). PERFORMANCE


ITRO FIL MOGEN

the skin is that which is the deepest in man.

Paul Valéry


A body enters bare-chested and kneels thus. Someone is in front of him with a small machine, and starts using it on the top of his back. One understands that the performance will be a tattoo, but the ink does not show even though blood is dripping. The well-trained hand finishes the job swiftly. Three reversed words appear on the flesh. The body stands up, only to spin on its axis and kneel down. The operation is repeated in the chest. The words are once again deep and flow to the stomach, painting it red. The strange sentence reveals itself in its right direction: Itro fil mogen. Another person approaches the body, pressing a blank paper on each wound. The papers, glued to the right and left of the space, frame the action for a moment. The body breathes in silence. Then retraces its steps.

But the printed scar replicates in blood, in spite of having disappeared. Itro fil mogen are Mapudungun words which translate as "All, without exclusion. " This concept is the essence of the Mapuche philosophy, but the audience didn’t necessarily had to know its meaning. The language of an indigenous group in Chile has been darkening rapidly through the history of this country, becoming a widespread unknown. That blood, falsely lost in the paradises of the Araucanía, collects some presence in everyday words in the life of any Chilean. But though the language remembers its daily existence, it is usually not received with recognition or respect, and the situation is painful. For we are registered in the same temporality, but we seem to be separated by unfathomable centuries. Realities are crossdressed in basic education history books or in another indian sculpture simulating a Greek hero. Following these intricate fictions, at the time of the performance the state finds terrorist threats from people who are sick of living a miserable life. And thus, among the armed groups that violently torn men, women and children from their lands, organized defense attempts, peaceful protests, weeks on hunger strike and excursions to the capital to confirm their physical existence, the representatives of an indistinguishable past show their faces injected with fatigue and despair.

Pain is the most genuine feeling when facing a heavily fueled oblivion. Sarjo notes how information is disseminated by those who recognize the Mapuche situation, while others block or ignore it. But in any case this situation is not comprehensible because it is not really known. Ignorance is intentional and passes through different social functions, continues through political causes, down to philosophical thought, reaching the most unexplored areas of a spiritual concept which was sought to be buried alive. To think all this in harmony with the system that every single individual carries is to understand all, without exclusion. To open the body itself to remove a wounded identity should be in this case a traumatic action, but deeply restorative and therefore necessary.

Art holds in its hands the legacies as ignored debts by history. It wants to risk its life to free such a caged wealth. Aware of its limitations, it decides to point rather than pontificate. And making use of its own metaphors, it embodies for a few minutes a translation of what it can observe. Itro fil mogen heals up. These are marks which cannot be forgotten, for when closely looked at they become reminiscent of an action well protected by memory. Both contain an interior, and in turn, the blood printed papers frame the scene which now disappears. Thus, the effect of demonstrations engaged in a race against a silent time are multiplied.

Rocío Casas Bulnes

February/ 2011

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ITRO FIL MOGEN

“Lo más profundo es la piel”

Paul Valéry

Un cuerpo entra con el torso desnudo y se arrodilla así. Alguien se enfrenta a él con una pequeña máquina, la cual comienza a usar sobre lo alto de la espalda. Se comprende que el performance va a ser un tatuaje, pero la tinta no aparece por más que la sangre chorrea. La bien entrenada mano termina rápidamente con el trabajo. Aparecen en la carne herida tres palabras por el reverso. El cuerpo se pone de pie, sólo para girar sobre su propio eje y volver a arrodillarse. La operación se repite en el pecho. Las letras vuelven a ser profundas y se dejan caer líquidas por el vientre, enrojeciéndolo. Se hace presente la extraña frase en su dirección correcta: Itro fil mogen. Una persona más se acerca al cuerpo. Presiona un papel en blanco sobre cada herida. Los papeles, pegados a derecha e izquierda del espacio, enmarcan la acción por un momento. El cuerpo respira en silencio. Luego vuelve sobre sus pasos.

Pero la cicatriz impresa replica en sangre, aun cuando ha desaparecido. Itro fil mogen, palabras del mapudungun, se traduce como “La totalidad sin exclusión”. Este concepto es la esencia de la filosofía mapuche, pero los espectadores no tenían cómo conocer su significado. El lenguaje de un pueblo originario en Chile fue oscureciéndose veloz a través de la historia de éste país, hasta quedar en el desconocimiento más generalizado. Esa sangre, falsamente perdida en los paraísos de la Araucanía, recopila algo de presencia dentro de palabras cotidianas en la vida de cualquier chileno. Pero por más que el lenguaje recuerde a diario su existencia, ésta no suele ser recibida con reconocimiento o respeto, y la situación es dolorosa. Pues estamos inscritos en la misma temporalidad, pero pareciera que nos separan siglos incontables. Las realidades se travisten en los libros de historia de la educación básica o en una que otra escultura de indios a lo héroe griego. Tras esas intrincadas ficciones, en el momento mismo del performance el Estado encuentra amenazas terroristas en gente harta de una vida miserable. Y así, entre los grupos armados que con violencia arrancan de sus tierras a hombres, mujeres y niños, organizados intentos de defensa, manifestaciones pacíficas, semanas en huelga de hambre y excursiones a la capital para confirmar su existencia física, los representantes de un pasado indistinguible muestran sus rostros inyectados de cansancio y desesperación.

El dolor es el más genuino sentimiento cuando se enfrenta a un olvido alimentado profusamente. Sarjo nota cómo la información trata de difundirse por los que reconocen la situación mapuche, mientras los otros la bloquean o ignoran. Pero en ningún caso se comprende dicha situación, pues no se la conoce verdaderamente. El desconocimiento es intencional y pasa por funciones sociales diferentes, continúa por las causas políticas, sigue bajando hasta el pensamiento filosófico y llega a los campos más inexplorados de una concepción espiritual a la que se ha pretendido enterrar viva. El pensar todo esto en armonía con el sistema que carga cada individuo en particular es concebir la totalidad sin exclusión. Abrir el cuerpo mismo para extraer una identidad herida debe ser en este caso una acción traumática, pero profundamente reparadora y por ello necesaria.

Entra el arte a sujetar entre sus manos herencias como deudas ignoradas por la historia. Quiere jugarse la vida en liberar tanta riqueza enjaulada. Consciente de sus limitaciones, decide señalar más que pontificar. Y echando mano de sus propias metáforas, encarna por unos minutos una traducción de lo que está observando. Itro fil mogen cicatriza. Son marcas que no pueden olvidarse, pues cuando se las mira recuerdan una acción bien resguardada en la memoria. Ambas contienen un interior, y a su vez los papeles impresos en sangre encuadran la escena que ahora desaparece. Se multiplica así el efecto de manifestaciones comprometidas en una carrera contra el tiempo silencioso.

Rocío Casas Bulnes

Febrero/ 2011

martes, 26 de octubre de 2010

BOCA COSIDA

PERFORMANCE SEWN MOUTH

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Opening the Inernational Performance Biennial “Deformes” 2010.

Entrance to the Contemporay Arts Museum.

His mouth is sewn.

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Eight careful stitches crossing his lips’ limits. Sewing is the consummated fact.

The viewer constructs it, almost unwillingly, in his innermost imagination.

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Standing with his back against the Museum. For several minutes the expecting viewers keep their distance without being able to see what is happening.

*

When people come closer, they observe. Thus the work comes to life. Breathing on scattered thoughts, the image is now complete.

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Echoes from the past. Other mouths sewn for political reasons, related to hunger strikes, channeled by social injustice. These are stitches in the epidermal need of war.

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What happens when a recurrent political image moves into art?

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We want to recognize ourselves in the experience of the body from a multiplicity of meanings”, read the event’s organization.

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Performance is a call to action. Opens up a deep breach between saying and doing. The body is witness to this abyss beneath it’s feet. Silently, it strikes a conversation.

Rocío Casas Bulnes

October / 2010




PERFORMANCE BOCA COSIDA


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Inaugurando la Bienal Internacional de Performance “Deformes” 2010
Entrada del Museo de Arte Contemporáneo
Su boca cosida

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Ocho cuidadosas puntadas que atraviesan el límite de sus labios. Coser es el hecho ya ocurrido. El espectador lo construye, casi involuntariamente, en su más íntima imaginación.

*

Parado de espaldas al museo. Durante varios minutos los espectadores, en calidad expectante, guardando la distancia sin ver lo que ocurre.

*

Cuando la gente se acerca, observa. Una obra que entonces cobra aliento. Respirando de las refexiones dispersas, la imagen se concreta.

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Hay ecos en el pasado. Otras bocas cosidas por motivos políticos, ligadas a huelgas de hambre, encauzadas por injusticias sociales. Son costuras en la necesidad epidérmica de guerra.

*

¿Qué sucede cuando una imagen recurrente en política se traslada al arte?

*

“Planteamos reconocernos en la experiencia del cuerpo desde una multiplicidad de sentidos”, decía la organización del evento.

*

El performance pide acción. Se abre una brecha profunda entre decir y hacer. El cuerpo observa ese abismo bajo sus pies. En silencio, entabla una invitación.

*


Rocío Casas Bulnes
Octubre / 2010

jueves, 7 de octubre de 2010

INTERVIEW about PERFORMANCE RAVOTRIL

ESCANER CULTURAL.
An interview with Prem Sarjo

by Marcela Rosen


Prem Sarjo, along with his wife Rocío Casas Bulnes, did a performance within the Chilean Art Triennial which wasn’t part of the official program.


What did you do for the Triennial?

I did a group of performances.


Why?

Because, as many others, I did not agree with the way in which this Triennial was being handled. A clear example of this was Eugenio Dittborn and Carlos Leppe’s self exclusion from it, amongst many other irregularities.

If you read the text on the Ravotril performance, these questions and many others will find an answer (see the link at the end of the interview).


Since when do you do performances?

Between 1994 and 1999 in Mexico and New York I experimented a lot, investigating with my body in many different ways, documenting some of these actions in video or photographs.

Then in Chile in 2004 I did a group of organized actions during Bush’s visit because of the APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation) meeting. I felt I could not ignore such a loathsome character, what he represented and the treatise that was being signed. The old “you give me first then I’ll give you” that the gringos impose in name of democracy, disguising it as support and solidarity. I saw in these actions a real possibility for communicating through a direct experience, because I already knew of the limitations painting has in this sense, being completely ignored when its content is consistent.

I feel I’ve been doing performances for many years but maybe not consciously. In a certain way my work is close to this kind of expression, this language. For example, for the exhibition Die Blutwerke together with the collective ArtFactory. In the third part of my installation “What binds us together sets us apart”, the piece is the result of a performance. I wrote the Chilean national anthem with blood on a wall of 4 by 10 meters, generating a kind of score. But Ravotril Performance is my first official work.


What lead you to the Ravotril Performance?

The idea of doing something under the influence of this popular medicine had been in my mind for a couple of years but I wasn’t sure how.

When I saw what was happening with the Triennial I felt it was a good place to undertake it and thus ponder over many simultaneous realities we share as a culture. There was a metaphor with what was happening inside the Triennial, which was the same that was happening to the country. The limits of institutions was very attractive to me because somehow it was rules being dictated. What was funny to me was that there were many contradictions, for example, the situation with Mapuches in the south of the country or the reality of a society which has to be drugged before the truth in order to survive...
I myself was a consumer of this medicine for many years until I decided on my own to quit it because of the monetary expense, as usual. Collateral damage always buries you, it’s ridiculous.

Anyway, this is a reflection of what we are and how we are doing things...how we make ourselves. A mirror for reality.


Did you have an idea of what would happen after you collapsed?

No. The idea was for my wife to drag me home were I could rest and recover. The action of going on “black out” and then being dragged were very significative.


Who was filming? Was he part of the crew?

A colleague, but he rather remain anonymous for personal reasons. Same thing happened with the photographer.


Once you collapsed, you thought you would relate to people from the Triennial or you already expected the Presidential Guard or policemen? What were your expectations?

I did not expect expect anything. I was going to faint and my wife would drag me home (just as the “forces of order” drag the bodies of our ancestors).

Very simple and normal within a Triennial, and specially on this one for all its black spots.

I did not know that President Bachelet was going to be there nor the way in which the system and institutions would react.

Once the action began at my home there was no turning back. I make art, that is my job, my responsibility. In a certain way these reactions where the grand finale because they would confirm all those issues we had talked and written about the reality in which we are living. It couldn’t have been better. In their actions they repeated the argument of this play.


Under these circumstances (fainted), what did you live? (if you remember anything)

I told my wife...”Here I go, it’s hitting me”..and then I blacked out.
Then I remember they had taken a blood sample from me and they tried resuscitation making me inhale something. I also remember a policeman yelling inside the ambulance and battering me for no reason in the chest and ribs on our way to the medical center.

I was in a state of shock and couldn’t clearly understand what was going on, only what I’ve just told you. I don’t know how much time went by and for how long I was lying in the street outside the Fine Arts Museum before the ambulance got there.


When did you come back to yourself?

At the medical center. I was very afraid of what they might do to my wife because they had been so violent with me. I needed to wake up to make sure she was safe. I needed to go to the toilet (I had drank a lot of water to fulfill the action) and when I was there I took the opportunity and vomited.


What happened then?

I wanted to see my wife and be left alone, but they kept on torturing me psychologically.

They treated me as a criminal. I was never treated at the medical center but afterwards in another hospital, having stopped by the police station where they told me my wife was there but I could not see her. They left me in their car (from which they had taken me from the medical center) and then to a second hospital. By then I was fully conscious, I only felt tired due to the adrenalin and sore due to the extra beating by this pal on our trip.

After the doctor made sure my health state was fine I was taken under arrest to where my wife was, also under arrest, under very unkind conditions. They let us go after we signed a statement I wasn’t able to read for I didn’t have my glasses with me, this was around 3 am if I’m not mistaken. We went back home and did the interview while everything was still hot.


What feelings do you have now from your performance, now that some weeks have gone by - there has been a change of office and even an earthquake, all in this brief space of time?

Many. The Ravotril Performance experience was very good in the sense that without looking for it I was totally liberated from the support system to undertake my projects and express my ideas. I had had a very bad experience working with a gallery and I was tired of the possibilities inside such an unprofessional environment.

After all that’s happened I think that is what we should consider all of us who take part in creative areas in order to make responsibly, free of limitations.

It is a great opportunity to realize how things are being dealt with and how we allow them to be dealt with. It is an opportunity to aim with more precision and intelligence.

The places to express your creativity may be rotten and be slaves to values which are unrelated with what should be really accepted. Art galleries are a good example taken to the extreme, where money is the master and there is scarcely any art. The lack of responsibility in this medium is a shame, because it has and implicit educational side to it, whether they want it or not. Curators (and their cronies who usurp the few chances) are another good example, who in their vast majority have no idea of what is going on because they don’t visit artists or their workshops. There always are fine exceptions, and this keeps us dreaming that it may be possible...

Not wanting to offend anyone, each one has to see which shoe fits him.

It would be good to recognize ourselves.
It would be good to reconsider ourselves.
It would be good to have professional relations where work is not mixed up with personal relationships, because this is how we may say things to each other without being offensive, we may receive criticism and opinions on what we produce, we may improve one another. And no more power relationships that keep us stuck. There is no contribution from a jealous and closed environment with posts held for life.

Anyway, feedback on Ravotril has been quite a surprise. There are more than 1500 people all over the world who have seen the documentary and have made diverse remarks. Sympathizers and enemies, happy and mad...however, no one has remained indifferent to the work...they have an opinion and express something because they are moved by it.

Each work is really a transformative experience, a revelation from the most basic to the most sublime. With the good and the bad. At this point of my life I’ve got nothing to lose.


What are your studies? What are you doing regarding arts and life? whatever you want to tell me about you.

This is the annoying part of the interview and what least interests me is to speak about my resumé, because what is important to me is the work not the artist.

As for myself, I can say I’ve been transforming into a person who is capable to freely express himself, with no prejudice, nor fear of change or of being wrong, or of losing what supposedly has been accomplished so far.
I’ve grown in time with what I do, and I haven’t got stuck in the slavery of being someone, because the work is not for myself and I’m its instrument and my body is mine with my experience...so, we’ll see if the work stands by itself. Only time will tell.

PD: The Ravotril Performance was an idea that had been in my mind for a long time, I couldn’t think of it as co-authored, though in the end, because of it’s development it ended up being a work done together. It is a fact that without my wife this work would not have been possible.

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ESCANER CULTURAL.

Una entrevista con Prem Sarjo

por Marcela Rosen


Que hiciste para la Trienal?

Hice una serie de performances.


Y porqué?

Porque, como muchos otros, no estaba de acuerdo con la forma en que se estaba manipulando la Trienal.

Un ejemplo claro de esto es la bajada de Eugenio Dittborn y Carlos Leppe, entre otras irregularidades.

Creo que si leen el texto sobre el performace Ravotril, muchas de estas preguntas ya tienen respuesta y más.

Desde cuándo haces performances?


En México y Nueva York entre los años 1994 y 1999 experimenté mucho investigando con mi cuerpo de diversas formas, registrando algunas de esas acciones en fotografía o video.

Luego en Chile el año 2004 hice una serie de acciones organizadas para la visita de Bush, con motivo de la reunión cumbre de la APEC.

Sentía que no era posible ser indiferente frente a tan despreciable personaje y lo que representaba, tanto él como el tratado.

Siempre el pasando y pasando sometedor que impone gringolandia en nombre de la democracia con el disfraz del apoyo y la solidaridad.

Veía en la acción una posibilidad real de comunicación a través de la experiencia directa, ya que reconocía las limitaciones de la pintura en este sentido, siendo ignorada por completo cuando su contenido es consistente.

Creo que he hecho performances desde hace mucho tiempo, pero no conscientemente.

De cierta manera mi trabajo a estado ligado a esta forma de expresión, a este lenguaje.

Por ejemplo, en la exposición Die Blutwerke junto al colectivo ArtFactory.

En la tercera parte de mi instalación ¨Lo que nos une nos separa¨, la obra es el resultado de una performance.

Escribí con sangre el Himno Nacional en un muro de 4 X 10 metros generando una suerte de partitura.

Pero Performance Ravotril es mi primera obra oficial.


Qué te llevó a idear la del Ravotril?

La idea de hacer algo bajo el efecto de este popular medicamento estaba en mi cabeza desde hace un par de años pero no tenía claro de qué forma.

Cuando vi lo que estaba pasando con la Trienal sentí que era un buen entorno para llevarlo a cabo y así reflexionar sobre muchas realidades simultáneas de nosotros como cultura.

Había una metáfora con lo que estaba sucediendo con la Trienal ya que era lo mismo que sucedía en el país. Esto de los límites de la institucionalidad me resultaba tremendamente atractivo por que de cierta forma era como se nos estaba rayando la cancha. Lo curioso para mí era que pasaban cosas bastante contradictorias, como por ejemplo el problema con los mapuches en el Sur, o el problema de una sociedad que debe mantenerse drogada frente a la verdad para sobrevivir ...

Yo mismo fui consumidor de ese medicamento durante muchos años, hasta que por iniciativa propia decidí dejarlo para no pagar más de la cuenta, como siempre sucede. Los efectos colaterales al final te sepultan, es ridículo.

En fin, todo esto es un reflejo de lo que somos y de como estamos haciendo las cosas ... de como nos hacemos.

Era un espejo de la realidad.


Tenías alguna idea de lo que podía pasar después de tu desmayo?

No.

La idea era que mi mujer me arrastrara hasta la casa, donde descansaría hasta recuperarme.

La acción de borrarme y luego arrastrar el cuerpo eran muy significativas.


Quien filmaba, era parte del equipo?

Un colega,

pero prefirió mantener el anonimato por motivos personales.

Lo mismo ocurrió con la persona que hizo el registro fotográfico.


Suponías que con quienes te relacionarías ya desmayado sería público de la Trienal o ya esperabas que serían los guardias de seguridad de la presidencia o esperabas que acudieran carabineros, cuales eran tus expectativas?

No suponía nada ni esperaba nada.

Me iba a desmayar y mi mujer me iba a arrastrar hasta la casa (así como las ¨fuerzas del orden¨ arrastran los cuerpos de nuestros ancestros, igual que ellos).

Muy simple y normal dentro del contexto de una Trienal, y más encima en esta con todas esas manchas negras.

No sabía que estaría la Presidenta Bachelet hasta poco antes de llegar, ni menos la forma en que actuaría el sistema ni la institucionalidad.

Una vez iniciada la acción en nuestra casa ya no hubo vuelta atrás.

Yo hago arte, ese es mi trabajo y mi responsabilidad.

De cierta manera estas reacciones fueron el broche de oro por que vinieron a confirmar todos los puntos conversados y escritos acerca de la realidad en la que estamos inmersos.

No pudo haber sido mejor. Repitieron con sus actos el argumento mismo de la obra.


En esta circunstacia (desmayado) que viviste? (si es que recuerdas algo)

Le dije a mi mujer ... ahí voy, me está pegando ... y después se me apagó la tele.

Luego recordé que me habían pinchado (una muestra de sangre) y que me trataron de revivir haciéndome inhalar algo.

También recuerdo un carabinero gritándome dentro de la ambulancia y golpeándome gratuitamente muy fuerte en el pecho y las costillas, en el camino a la posta.

Estaba en un estado de shock y no entendía completamente lo que sucedía, solo lo que acabo de comentar.

No sé cuánto tiempo pasé ahí ni cuánto tiempo estuvo mi cuerpo tirado en la calle afuera del Museo de Bellas Artes antes de la llegada de la ambulancia.

Cuándo te pusiste lúcido?


En la posta.

Sentía mucho miedo por lo que pudieran hacerle a mi mujer ya que conmigo habían sido violentos.

Necesitaba despertar para asegurarme de que ella estaba a salvo.

Me urgía ir al baño (para realizar la acción había tomado mucha agua) y cuando fui aproveché la oportunidad y vomité.

y qué pasó en esos momento?


Quería reunirme con mi mujer y que me dejaran en paz, pero les da con eso de torturarte psicológicamente.

Me trataron como delincuente.

De hecho en la posta nunca me atendieron, sino mucho después en otro hospital, previo paso por la comisaría donde me decían que estaba mi mujer y a quien no pude ver. Me dejaron en el furgón (del cual me sacaron de la posta) y luego a un segundo hospital.

A esa altura ya estaba completamente lúcido, sólo sentía cansancio por la adrenalina y el dolor por los golpes extras del amigo en mi camino.

Luego que el Doctor comprobara que mi estado de salud era bueno, me trasladaron detenido a donde se encontraba mi mujer, también detenida, en condiciones nada de amables.

Nos soltaron después de firmar una declaración que yo no pude ver porque no traía lentes, cerca de las 3 de la mañana si no me equivoco.

Regresamos a casa e hicimos la entrevista aprovechando que estaba todo caliente.

Que sensaciones te dejó tu performance ahora que ya ha pasado un tiempo, que hubo un cambio de gobierno y un terremoto incluso en el corto tiempo que ha transcurrido ?


Varias. La experiencia de Performance Ravotril fue muy buena en el sentido de que sin querer me liberó completamente del sistema de soporte para realizar mis proyectos y expresar mis ideas.

Había tenido una pésima experiencia trabajando con una galería y estaba cansado de las posibilidades dentro de un ambiente tan poco profesional.

Después del tiempo transcurrido pienso que eso deberíamos plantearnos a todos quienes estamos trabajando en áreas creativas para hacer responsablemente, libre de limitaciones.

Es una gran oportunidad para reconocer cómo están funcionando las cosas y cómo estamos permitiendo que funcionen.

Es una oportunidad de ver para afinar la puntería con inteligencia.

Los espacios para manifestar la creatividad pueden estar podridos y ser esclavos de valores que no tienen nada que ver con lo que realmente se debe aceptar.

Las galerías de arte son un buen ejemplo llevado al extremo, donde el dinero manda y el arte casi no existe. Es una lástima la falta de responsabilidad en este medio que tiene una labor educativa implícita en sí misma, quieran o no.

Los curadores (y sus séquitos que usurpan de las escasas posibilidades) son otro buen ejemplo, que casi en su mayoría no tienen idea de lo que está sucediendo porque no visitan artistas ni talleres.

Claro siempre hay notables excepciones y eso nos mantiene soñando que se puede ...

Sin intención de ofender, que cada uno vea el zapato que le calce.

Sería bueno reconocernos.

Sería bueno replantearnos.

Sería bueno tener relaciones profesionales donde no se confunda relaciones con trabajo, por que así podremos decirnos cosas sin ofendernos, podremos recibir críticas y comentarios sobre lo que producimos, hacernos mejores el uno al otro.

Y ya no más relaciones de poder que nos mantienen estancados. En nada nos aporta un ambiente celoso y cerrado con asientos adheridos de por vida

En fin, el feedback de Ravotril ha sido inesperado.

Ya hay más de 1500 personas de todo el mundo que han visto el registro documental y han hecho comentarios muy diversos.

Simpatizantes y enemigos, contentos y enojados … como sea, las personas no han quedado indiferentes frente a la obra… opinan, manifiestan algo porque algo se les mueve.

Cada obra es realmente una experiencia transformadora, una revelación desde lo más banal a lo más elevado.

Con lo bueno y lo malo.

A esta altura del partido no tengo nada que perder.

Cuales son tus estudios, tus quehaceres en el arte y en la vida, lo que quieras decirme de ti.


Esta es la parte latera de la entrevista y lo que menos me interesa es hablar de mi currículum ya que para mí lo importante es la obra y no el artista.

De mí solo puedo decir que me he ido transformando en una persona capaz de expresarse libremente sin ningún prejuicio ni miedo a cambiar o a equivocarme, o a perder lo que supuestamente he conseguido.

He ido creciendo con el tiempo a través de lo que hago y no me he quedado pegado en la esclavitud de ser alguien, por que la obra no es para mí y yo soy su instrumento y mi cuerpo es el mío de mi experiencia… por lo tanto, veamos si el trabajo se sostiene por sí mismo.

Que el tiempo lo diga

P.D.

Como Performance Ravotril es una idea que rondaba en mi mente hace mucho tiempo, no he podido pensar en una co-autoría, aunque al final por su desarrollo termine siendo una obra en conjunto.

De hecho sin mi mujer este trabajo no hubiese sido posible.